La hora del baño puede ser un momento de juego y diversión,
como demuestra esta obra del diseñador japonés Taro Gomi.
Además de disfrutar de las ilustraciones, realizadas de un modo
similar al que practican los niños con sus dibujos, «¡A bañarse!»
también es una herramienta de apoyo para que madres y padres
ayuden a sus hijos a ganar en autonomía. A medida que pueden
ir prescindiendo de la ayuda de los adultos para hacer tareas
sencillas, como comer solos o asearse, los niños necesitarán
pautas de acción o comportamiento para aquello que pueden
empezar a hacer por sí mismos.
El lenguaje infantil está presente a lo largo de todo el libro,
con onomatopeyas, juegos visuales y de palabras
que lo convertirán en algo cercano y atractivo. Al protagonista
del relato, como a la mayoría de los niños, bañarse le produce
cierta pereza, sobre todo al tener que dar por finalizada la hora
de jugar. Otra estrategia del autor es la de convertir al niño
-mediante un simple disfraz- en un animal como el león
para transmitirle la diferencia entre los animales salvajes
y los humanos: los primeros no usan ropa ni se lavan con jabón...
Así, quitarse el chaleco, el pantalón o la ropa interior, serán pasos
ineludibles para acabar en la bañera, donde el juego no tiene
por qué concluir, si también al momento del baño se le echa
cierta imaginación...
Una de las características de la obra de Taro Gomi es la libertad
creativa y la tendencia a romper convenciones impuestas
por el pudor de la sociedad. De esta manera, el ilustrador apuesta
por reflejar la desnudez del niño con total naturalidad.